Cómo cuidar tulipanes

  • Hay que plantarlos en otoño y florecerán en primavera

Conocer las características y los cuidados requeridos de las plantas de tu jardín es crucial para que mantengan un aspecto sano y bonito y que no acaben marchitándose con rapidez. Una de las plantas que puedes utilizar y que aportará un alegre color a tu casa son los tulipanes, que tienen múltiples variedades con diversos color y tamaños que se ajutarán perfectamente a lo que buscas y al espacio del que dispongas. Por eso en el siguiente practicograma te explicamos cómo cuidar tulipanes.

1 Elige el tulipán.

Esta planta originaria de Asia Central y tan extendida en Holanda tiene múltiples variedades de diversos colores y tamaños. Entre las más populares se encuentran los darwin, botánicos o papagayos y gracias a esta gran diversidad pueden plantarse en jardines y macetas tanto en exterior como en interior. Por eso, antes que nada tienes que decidir que tipo de tulipán quieres plantar.

2 Características.

Los tulipanes pueden llegar a medir entre 30 y 60 centímetros y a pesar de su aspecto delicado son plantas que soportan bastante bien el frio, por ello el clima húmedo de Holanda es el ambiente perfecto para que crezcan. Sus flores tardan aproximadamente tres semanas en secarse y marchitarse, crecen erguidas y su bulbo absorbe abundantes nutrientes del suelo en el que se planta, por ello normalmente se desentierra cuando la flor se ha marchitado y no se deja que florezca el año siguiente.

3 Plantación y cuidado.

La época perfecta para plantar tulipanes es el otoño y su floración se produce durante la primavera. Lo ideal es hacerlo en un suelo arenoso con un buen drenaje, donde reciba la luz del sol, a una distancia de 10 centímetros entre uno y otro y a una profundidad de entre siete y 15 centímetros con la punta hacia arriba. Un detalle importante es que si el suelo no dispone de suficiente materia orgánica deberás añadir algún compuesto aparte.

En cuanto a su cuidado es bastante sencillo. Hay que regar la planta con abundante agua y de forma regular, pero si notas que el suelo está húmedo no la riegues en exceso, ya que no aguanta el encharcamiento. Asimismo no necesitarás pulverizar agua a las hojas ni a las flores. Por último, una vez que la flor se haya marchitado corta el tallo principal pero no las hojas, de esta forma el bulbo se fortalecerá para un uso posterior, y cuando las hojas también se sequen será la hora de desenterrar los bulbos y guardarlos hasta el próximo otoño para volver a plantarlos.

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